domingo, 2 de agosto de 2009

Volved pronto: os esperamos

La crisis que afecta al país está dejando secuelas en nuestro baloncesto en forma de desapariciones de equipos "de toda la vida". Dos de los afectados son Los Barrios y Lleida, entidades con un amplio historial en la máxima categoría FEB. Otros damnificados son Gandía, Illescas y Vic y en la LEB Plata históricos como Cajasur de Córdoba y Gijón Baloncesto. Estos clubes han echado la persiana por carecer de recursos económicos con los que afrontar una nueva temporada.

A nivel personal me ha afectado la extinción de Los Barrios, club en el que milité seis temporadas y del que me llevé el cariño de su afición, anécdotas divertidas y grandes momentos deportivos. Del Infierno Barreño y resto de seguidores poco puedo decir porque ya son conocidos en todo el territorio nacional por su pasión y buen rollo. Deportivamente viví momentos de gloria cuando remontamos un 0-2 en contra en el playoff que disputamos contra otro mítico desaparecido, el Ferrol, allá en el año 1999, consiguiendo ser por aquel entonces el primer equipo en levantar un playoff después de haber perdido los dos primeros choques en casa. Otros hitos en la historia del baloncesto gaditano se vivieron con los derbys contra Algeciras (otro que causó baja) en el infierno del Samuel Aguilar. En mi memoria siempre quedará ver un campo lleno hasta la bandera y el ambientazo que se respiraba con las aficiones de uno y otro bando. ¡Qué pena que eso se perdiera!!!! Sin embargo lo que marcó mi carrera allí, siendo uno de los mejores recuerdos tanto para la afición como para mí (aún se me ponen los pelos de punta al evocarlo) fue la canasta ganadora que logré contra Inca, esa que nos salvaba del descenso. Aún resuena por mi mente la voz de Paco Campaña fuera de sí y todo lo que vino después, incluso el avioncito. Fueron grandes momentos. ¡Qué recuerdos! Seis años de Los Barrios (casi tres de ellos con Quino Salvo, ese gran hombre) me han dado para muchas anécdotas y vivencias: desde el nacimiento de mis hijos y los 1.000 kilómetros marcha-con-carrito por sus calles hasta mi iniciación en el universo del Mus, teniendo de pareja a un americano bizco (Jamal Johnson) que siempre me marcaba un falso 31 en juego.

Aunque mirar atrás produce nostalgia la parte buena del ocaso de tantos clubes es el resurgir de otros tantos. Ejemplos: Girona, Orense y Andorra contraatacan con pretensiones más que serias de volver a la élite de la que formaron parte en tiempos pasados.

Desde aquí manifiesto mi deseo de que los equipos que no han podido inscribirse en categorías FEB por temas económicos (especialmente Los Barrios) salgan de la precariedad pronto y vuelvan a reengancharse al carro del baloncesto profesional por ellos y por sus aficiones.

Suerte, buen verano y que se acabe ya esta &%?@ crisis!