Superado el primer tercio de competición disponemos de recursos suficientes para adelantar un pequeño balance de situación.
La mayoría de los clubes (con conocidas excepciones) se han visto obligados a rebajar sus presupuestos para fichajes. El jugador nacional se ha readaptado a la nueva coyuntura, ya que no es un profesional fácilmente exportable por diversos motivos, entre ellos su escasa proyección hacia mercados europeos o internacionales, lo que ha supuesto que se quede en España, cobrando menos pero manteniendo un nivel de calidad en el apartado de jugadores nacionales. Donde realmente se resiente el rendimiento de los equipos es en los fichajes extracomunitarios, principalmente americanos. El jugador USA es un nómada que salta de país en país sin problemas, emigrando si puede a destinos donde hay recursos económicos como Irán, China, Japón y Suramérica. Y en nuestro país el apartado presupuestario para el fichaje de americanos, que antes era el más abultado del presupuesto general de los clubes, ha menguado y ahora se gasta lo mismo en un foráneo que en un nacional.
¿Cómo ha repercutido esto en la calidad y el rendimiento?. Obviamente antes llegaban a nuestra liga americanos consagrados o con una proyección probada que eran la base de los equipos, esos jugadores determinantes que marcaban la diferencia entre unos y otros conjuntos. Lo que desembarca actualmente en Adecco Plata (salvo algunos casos excepcionales) es el jugador americano que busca promocionarse para dar el salto a otras ligas más importantes pero que muchas veces no tiene las aptitudes contrastadas para lograrlo.
Como resultado de esto la calidad del jugador nacional sale a relucir porque desempeña roles de más responsabilidad en el seno de su equipo. Sin duda cuando las aguas vuelvan a su cauce Superman y La Masa volverán a dejarse ver por nuestras ligas. Mientras tanto, disfrutemos cuanto podamos de Tritonman y El Chico Percebe.
lunes, 30 de noviembre de 2009
miércoles, 28 de octubre de 2009
Baloncesto en Sevilla
Mientras continúo a la espera de un equipo dispongo de mucho tiempo, desgraciadamente, para ver partidos de categorías inferiores y charlar con un buen número de personas vinculadas al baloncesto en Sevilla.
Tanto lo que veo como lo que escucho me preocupa. Y digo esto, porque aún remontándome 20-25 años atrás (caray!!!) Sevilla ha sido siempre una ciudad que respira baloncesto cohabitando con los grandes equipos de fútbol de la ciudad. Los fines de semana era un acontecimiento deportivo en cada club o colegio. Disfrutábamos de ver a todos los equipos de las distintas categorías; por las mañanas, el infantil y cadete, y por las tardes el juvenil y el junior, con la culminación de ver el partido de los seniors. Las canchas se llenaban de chavales que jugaban o esperaban jugar y de aficionados sin más que eran partícipes del aroma del baloncesto. Grandes clubes sevillanos como el Mercantil, Natación, Labradores, Naútico, Maristas, Coria, Utrera, Club Amigos y un largo etcétera, eran un vivero de muchachos deseosos de entrenar y competir en algo que les apasionaba.
En la actualidad eso se está perdiendo ya en algunos casos o se ha perdido del todo en la mayoría de ellos. No sé si por culpa de algo o de alguien, o de la propia evolución de la sociedad, en la que los jóvenes prefieren el botellón al balón, o de qué se yo.
La realidad es que actualmente en Sevilla se percibe más ilusión por la recién creada Maxi Liga, que es una liga local de jugadores veteranos, que por las competiciones escolares o de categorías inferiores.
Quizás, como se dice por ahí, "alguien se lo tendría que mirar", porque es una pena. Ojalá este fenómeno no se generalice y se exporte a otras ciudades. Este momento presente es la mejor época de nuestra historia -baloncestísticamente hablando, claro-, y parecemos estar descuidando lo que nos ha hecho posible dar ese salto de calidad tan grande: NUESTROS JÓVENES.
No soy nadie para criticar a los responsables de esta situación, si es que realmente los hay, pero me veo en la obligación moral de reflejar mi inquietud después de ver, oír y palpar la realidad de nuestro baloncesto en Sevilla.
Tanto lo que veo como lo que escucho me preocupa. Y digo esto, porque aún remontándome 20-25 años atrás (caray!!!) Sevilla ha sido siempre una ciudad que respira baloncesto cohabitando con los grandes equipos de fútbol de la ciudad. Los fines de semana era un acontecimiento deportivo en cada club o colegio. Disfrutábamos de ver a todos los equipos de las distintas categorías; por las mañanas, el infantil y cadete, y por las tardes el juvenil y el junior, con la culminación de ver el partido de los seniors. Las canchas se llenaban de chavales que jugaban o esperaban jugar y de aficionados sin más que eran partícipes del aroma del baloncesto. Grandes clubes sevillanos como el Mercantil, Natación, Labradores, Naútico, Maristas, Coria, Utrera, Club Amigos y un largo etcétera, eran un vivero de muchachos deseosos de entrenar y competir en algo que les apasionaba.
En la actualidad eso se está perdiendo ya en algunos casos o se ha perdido del todo en la mayoría de ellos. No sé si por culpa de algo o de alguien, o de la propia evolución de la sociedad, en la que los jóvenes prefieren el botellón al balón, o de qué se yo.
La realidad es que actualmente en Sevilla se percibe más ilusión por la recién creada Maxi Liga, que es una liga local de jugadores veteranos, que por las competiciones escolares o de categorías inferiores.
Quizás, como se dice por ahí, "alguien se lo tendría que mirar", porque es una pena. Ojalá este fenómeno no se generalice y se exporte a otras ciudades. Este momento presente es la mejor época de nuestra historia -baloncestísticamente hablando, claro-, y parecemos estar descuidando lo que nos ha hecho posible dar ese salto de calidad tan grande: NUESTROS JÓVENES.
No soy nadie para criticar a los responsables de esta situación, si es que realmente los hay, pero me veo en la obligación moral de reflejar mi inquietud después de ver, oír y palpar la realidad de nuestro baloncesto en Sevilla.
martes, 13 de octubre de 2009
Los viejos de las pelotas
Recientemente charlando con un ex compañero sobre la liga y sus jugadores, me espetó un ¿pues no está jugando todavía el Middleton ése, con lo viejo que es? Caray, sí que es viejo, 46 palos le han caído ya, si hasta lo recuerdo cuando entré por primera vez en un vestuario ACB a mis 18 añitos, ahí estaba compartiendo ducha con dos leyendas como Brian Jackson y Darrell Lockhart…
Me despedí de mi amigo y al llegar a casa repasé los números de la última jornada de Liga. En las estadísticas del partido entre Cáceres y Girona me encontré a este señor que mi amigo daba por jubilado. Atención: 32 minutos en pista, 19 puntos y 6 rebotes que firmaban un total de 24 de valoración. Para ir con bastón, sufrir de cataratas y artrosis, además de necesitar un sonotone, no está nada mal. Y su equipo, líder de la Adecco Oro con él como jugador franquicia.
En España el deporte en general y el baloncesto en particular comete el triste error de juzgar a los jugadores y técnicos por su fecha de nacimiento en el D.N.I. y no por su rendimiento. Un jugador de 29 años está en el mejor momento de su carrera… pero después de unos meses, a los 30, le cuelgan el sambenito de “veterano prejubilado”.
Middleton. Después de haber jugado en equipos punteros de Europa como el Barcelona o el Panatinaikos y con una extensísima y exitosa carrera, más de uno habrá pensado que estos años ha fichado en Girona a modo de “retiro” donde arañar unos minutillos y algo de dinero. A día de hoy Darryl es un ídolo en la ciudad ya no sólo por lo que ha sido sino por lo que es ahora. Un ejemplo de profesional y referente para sus compañeros. Su físico no es el mismo que yo vi la primera vez que entré en ese vestuario del Caja San Fernando, pero ahora ha ganado en otras facetas como el aplomo, el temple, la inteligencia en la cancha, la lectura del juego, la dosificación de la intensidad requerida en cada momento. Todo eso con la misma ilusión y amor por el baloncesto del día en que compartimos vestuario.
Me alegro de que jugadores como Darryl Middleton sigan demostrando por las canchas que el valor de un jugador no está en su D.N.I., sino en su profesionalidad, ilusión y RENDIMIENTO.
Me despedí de mi amigo y al llegar a casa repasé los números de la última jornada de Liga. En las estadísticas del partido entre Cáceres y Girona me encontré a este señor que mi amigo daba por jubilado. Atención: 32 minutos en pista, 19 puntos y 6 rebotes que firmaban un total de 24 de valoración. Para ir con bastón, sufrir de cataratas y artrosis, además de necesitar un sonotone, no está nada mal. Y su equipo, líder de la Adecco Oro con él como jugador franquicia.
En España el deporte en general y el baloncesto en particular comete el triste error de juzgar a los jugadores y técnicos por su fecha de nacimiento en el D.N.I. y no por su rendimiento. Un jugador de 29 años está en el mejor momento de su carrera… pero después de unos meses, a los 30, le cuelgan el sambenito de “veterano prejubilado”.
Middleton. Después de haber jugado en equipos punteros de Europa como el Barcelona o el Panatinaikos y con una extensísima y exitosa carrera, más de uno habrá pensado que estos años ha fichado en Girona a modo de “retiro” donde arañar unos minutillos y algo de dinero. A día de hoy Darryl es un ídolo en la ciudad ya no sólo por lo que ha sido sino por lo que es ahora. Un ejemplo de profesional y referente para sus compañeros. Su físico no es el mismo que yo vi la primera vez que entré en ese vestuario del Caja San Fernando, pero ahora ha ganado en otras facetas como el aplomo, el temple, la inteligencia en la cancha, la lectura del juego, la dosificación de la intensidad requerida en cada momento. Todo eso con la misma ilusión y amor por el baloncesto del día en que compartimos vestuario.
Me alegro de que jugadores como Darryl Middleton sigan demostrando por las canchas que el valor de un jugador no está en su D.N.I., sino en su profesionalidad, ilusión y RENDIMIENTO.
domingo, 2 de agosto de 2009
Volved pronto: os esperamos
La crisis que afecta al país está dejando secuelas en nuestro baloncesto en forma de desapariciones de equipos "de toda la vida". Dos de los afectados son Los Barrios y Lleida, entidades con un amplio historial en la máxima categoría FEB. Otros damnificados son Gandía, Illescas y Vic y en la LEB Plata históricos como Cajasur de Córdoba y Gijón Baloncesto. Estos clubes han echado la persiana por carecer de recursos económicos con los que afrontar una nueva temporada.
A nivel personal me ha afectado la extinción de Los Barrios, club en el que milité seis temporadas y del que me llevé el cariño de su afición, anécdotas divertidas y grandes momentos deportivos. Del Infierno Barreño y resto de seguidores poco puedo decir porque ya son conocidos en todo el territorio nacional por su pasión y buen rollo. Deportivamente viví momentos de gloria cuando remontamos un 0-2 en contra en el playoff que disputamos contra otro mítico desaparecido, el Ferrol, allá en el año 1999, consiguiendo ser por aquel entonces el primer equipo en levantar un playoff después de haber perdido los dos primeros choques en casa. Otros hitos en la historia del baloncesto gaditano se vivieron con los derbys contra Algeciras (otro que causó baja) en el infierno del Samuel Aguilar. En mi memoria siempre quedará ver un campo lleno hasta la bandera y el ambientazo que se respiraba con las aficiones de uno y otro bando. ¡Qué pena que eso se perdiera!!!! Sin embargo lo que marcó mi carrera allí, siendo uno de los mejores recuerdos tanto para la afición como para mí (aún se me ponen los pelos de punta al evocarlo) fue la canasta ganadora que logré contra Inca, esa que nos salvaba del descenso. Aún resuena por mi mente la voz de Paco Campaña fuera de sí y todo lo que vino después, incluso el avioncito. Fueron grandes momentos. ¡Qué recuerdos! Seis años de Los Barrios (casi tres de ellos con Quino Salvo, ese gran hombre) me han dado para muchas anécdotas y vivencias: desde el nacimiento de mis hijos y los 1.000 kilómetros marcha-con-carrito por sus calles hasta mi iniciación en el universo del Mus, teniendo de pareja a un americano bizco (Jamal Johnson) que siempre me marcaba un falso 31 en juego.
Aunque mirar atrás produce nostalgia la parte buena del ocaso de tantos clubes es el resurgir de otros tantos. Ejemplos: Girona, Orense y Andorra contraatacan con pretensiones más que serias de volver a la élite de la que formaron parte en tiempos pasados.
Desde aquí manifiesto mi deseo de que los equipos que no han podido inscribirse en categorías FEB por temas económicos (especialmente Los Barrios) salgan de la precariedad pronto y vuelvan a reengancharse al carro del baloncesto profesional por ellos y por sus aficiones.
Suerte, buen verano y que se acabe ya esta &%?@ crisis!
A nivel personal me ha afectado la extinción de Los Barrios, club en el que milité seis temporadas y del que me llevé el cariño de su afición, anécdotas divertidas y grandes momentos deportivos. Del Infierno Barreño y resto de seguidores poco puedo decir porque ya son conocidos en todo el territorio nacional por su pasión y buen rollo. Deportivamente viví momentos de gloria cuando remontamos un 0-2 en contra en el playoff que disputamos contra otro mítico desaparecido, el Ferrol, allá en el año 1999, consiguiendo ser por aquel entonces el primer equipo en levantar un playoff después de haber perdido los dos primeros choques en casa. Otros hitos en la historia del baloncesto gaditano se vivieron con los derbys contra Algeciras (otro que causó baja) en el infierno del Samuel Aguilar. En mi memoria siempre quedará ver un campo lleno hasta la bandera y el ambientazo que se respiraba con las aficiones de uno y otro bando. ¡Qué pena que eso se perdiera!!!! Sin embargo lo que marcó mi carrera allí, siendo uno de los mejores recuerdos tanto para la afición como para mí (aún se me ponen los pelos de punta al evocarlo) fue la canasta ganadora que logré contra Inca, esa que nos salvaba del descenso. Aún resuena por mi mente la voz de Paco Campaña fuera de sí y todo lo que vino después, incluso el avioncito. Fueron grandes momentos. ¡Qué recuerdos! Seis años de Los Barrios (casi tres de ellos con Quino Salvo, ese gran hombre) me han dado para muchas anécdotas y vivencias: desde el nacimiento de mis hijos y los 1.000 kilómetros marcha-con-carrito por sus calles hasta mi iniciación en el universo del Mus, teniendo de pareja a un americano bizco (Jamal Johnson) que siempre me marcaba un falso 31 en juego.
Aunque mirar atrás produce nostalgia la parte buena del ocaso de tantos clubes es el resurgir de otros tantos. Ejemplos: Girona, Orense y Andorra contraatacan con pretensiones más que serias de volver a la élite de la que formaron parte en tiempos pasados.
Desde aquí manifiesto mi deseo de que los equipos que no han podido inscribirse en categorías FEB por temas económicos (especialmente Los Barrios) salgan de la precariedad pronto y vuelvan a reengancharse al carro del baloncesto profesional por ellos y por sus aficiones.
Suerte, buen verano y que se acabe ya esta &%?@ crisis!
jueves, 7 de mayo de 2009
Estrellas de la Adecco LEB Bronce
Concluida la singladura de los dieciséis equipos de la Adecco LEB Bronce en esta temporada apasionante y antes de zarpar hacia los playoff voy a realizar un comentario sobre los jugadores foráneos que han llamado mi atención por su calidad y proyección, y también sobre los auténticos dinosaurios que seguimos aquí, peleando desde los tiempos del cretácico.
Soltamos amarras:
Paul Willians (Ávila): Este nombre, junto al de Cris Mortellaro forman el dúo revelación de la liga. Me ha sorprendido su poderío físico interior. Es el dominador de ambas zonas por excelencia. Defensivamente es un jugador rocoso, inteligente e intimidador. En ataque es móvil gracias a sus buenos movimientos, pero lo que le hace único es el rebote ofensivo.
Los coge tanto por fuerza como por colocación y ha conseguido promediar casi cuatro por partido, alzándose como líder de la liga en este aspecto.
Dreke Bouldin (Ávila): MVP de la Liga LEB Bronce 2008-2009. Es un escolta metido en el cuerpo de un "cuatro". Su velocidad a la par de su habilidad en el tiro exterior le convierten en un hombre prácticamente indefendible en esta categoría. Siendo ala-pívot, promedia casi los mismos lanzamientos en tiros de dos y de tres. En su contra se puede decir que es un jugador de rachas y que la suerte de su equipo depende de su estado. Ayuda muchísimo en el rebote defensivo, pero jugar tan lejos del aro le hace ser muy poco peligroso en el rebote ofensivo.
Cristopher Mortellaro (Tarragona): Jugador muy a tener en cuenta. Es un "5" puro que destaca por sus buenos movimientos de pies en el poste bajo. Es una referencia ofensiva interior capaz tanto de leer bien para finalizar él como para sacar el balón para un tiro exterior si hay ayuda. Jugador duro, con buena mentalidad y capacidad de trabajo, defensivamente capaz de atenazar a los pesos pesados de los otros equipos y con muy buena intensidad para ir al rebote en ambos aros.
Jermaine Turner (Tíjola): Es un "4" que ronda sólo el 1.95 aproximadamente aunque su físico portentoso le convierte en un jugador tremendamente peligroso en esta categoría. Posee además un buen tiro de 4-5 metros que obliga a su defensor a no darle espacios y así aprovecha su velocidad para ir al aro. Tiene una mentalidad ganadora que le hace dar el 100% de sí mismo y sacar lo mejor de los que le rodean.
Bojan Bogdanovic (Real Madrid): Jugador con unas cualidades físicas, técnicas y tácticas envidiables. Es un "3" que puede cubrir cualquier posición. Excelente su tiro tras bote, tras salida de bloqueos escalonados y en lado débil, por lo que es una constante amenaza ofensiva. Lee muy bien el juego y es buen pasador. Quizás le falte algo de carácter para poder llegar a ser un jugador de ligas superiores.
Nikola Mirotic (Real Madrid): Jugador en progresión pero que sus números le avalan. Tiene todo el futuro por delante y dependerá de lo que él y los que le rodean sean capaces de sacarle. Jugador con muy buena planta, físicamente aún por consolidarse, pero que técnicamente es muy bueno. Es un baloncestista con características de juego muy similares a Ricardo Guillén. Tendremos que ir viendo su evolución pero los mimbres los tiene.
Zachary Andrews (Guadalajara): Poderío físico por excelencia. Desde Lester Earl, no he vuelto a ver un jugador con unas condiciones físicas tan descomunales como las de este hombre. Le gusta hacer algún tiro exterior, pero se mueve como pez en el agua estando cerquita del aro. No es generador de juego, sino más bien finalizador y en defensa es un excelente intimidador. En mi opinión le faltan 4 ó 5 centímetros para ser un jugador de mejores categorías, no obstante dependerá de tener la suerte de estar rodeado de gente que pueda sacarle rendimiento. Es un jugador a tener en cuenta.
Rakim Hollis (Guadalajara): Magnífico jugador. En Guadalajara juega de base, pero puede ser también un "2" importante en cualquier categoría. Es muy completo. Tiene carácter, tira, penetra, dirige, defiende bien y desde arriba... En mi opinión se sale un poco del guión del típico base-escolta americano que vive por y para sus estadísticas. Sabe leer e interpretar el juego y su actitud es siempre positiva a la hora de afrontar los partidos.
Lucas Kraus (Oviedo): Es un "3" con tremendas condiciones físicas y técnicas. Es un anotador que intenta sacar ventaja constantemente en función de su defensor. Buen tiro exterior, aunque su punto fuerte es en el 1x1 con dribbling. Jugador con mucho genio capaz de liderar a un equipo por su competitividad.
Cameron Echols (Cantabria): Su lesión ha cortado una temporada que estaba siendo fantástica. Si se recupera bien, será un hombre muy a tener en cuenta. Es el "4" que todo el mundo busca. Capaz tanto de jugar de espaldas al aro como de jugar de cara en 6,25. Posee un muy buen tiro exterior y elogiables movimientos interiores. Buen reboteador en ambas canastas, atrapa los rechaces tanto por colocación como por físico. Otro jugador con ambición y posibilidades.
Éstos han sido los muchachos que algún día pueden hacer historia en el baloncesto español, como ya han hecho (y con letras de oro) algunos hombres que siguen tocando la guitarra en la Adecco LEB Bronce. Es para mí un honor compartir rivalidad con los profesionales de la clase de Darryl Middleton, Xavi Sánchez Bernat, Javi Simón, Nacho Yáñez, F.J. Martín y Jaume Comas. Felicidades a todos, y gracias por seguir dando lecciones de profesionalidad y calidad en las canchas de este país, que son vuestro ecosistema natural.
Dicho esto... ocho son los equipos que lucharán por hacerse con una de las dos plazas que dan derecho a jugar el año que viene en Adecco LEB Plata. La igualdad será máxima. Nos esperan unas semanas de tensión, nervios, euforia, desencantos y frustraciones que se resumen en una palabra: playoff. Varios meses de dura competición, ciudades vibrando por sus equipos y muchas planificaciones han sido necesarias para llegar a este desafío en el mejor momento de forma de la temporada.
Cuatro enfrentamientos sin un claro favorito, en los que cada jornada se hará borrón y cuenta nueva porque el siguiente partido es inminente. Choques en los que el desgaste físico, mental y emocional determinarán los resultados. Al Fundación Adepal de Alcázar de San Juan nos ha tocado como rival aquel al que definí como candidato al ascenso en mi anterior blog: Ávila, por plantilla, afición y el juego realizado durante el año, lo tiene todo para la victoria. Sólo tengo una duda: ¿seremos capaces los chicos de Alcázar de hacerlo otra vez? ¿Por qué no? Tal vez no hayamos sido todo lo regulares que queríamos, quizás no hayamos finalizado la temporada regular en el puesto que esperábamos, probablemente ha sido un año atípico por muchas cuestiones, sí, pero aquí estamos. Si estos factores no son aún suficientes para motivarse, además tenemos un comodín: nuestra afición, nuestro pueblo. Queremos volver a ver el Díaz Miguel engalanado como hace un año, y eso está en nuestras manos.
Suerte para todos, y disfruten del espectáculo del playoff.
Soltamos amarras:
Paul Willians (Ávila): Este nombre, junto al de Cris Mortellaro forman el dúo revelación de la liga. Me ha sorprendido su poderío físico interior. Es el dominador de ambas zonas por excelencia. Defensivamente es un jugador rocoso, inteligente e intimidador. En ataque es móvil gracias a sus buenos movimientos, pero lo que le hace único es el rebote ofensivo.
Los coge tanto por fuerza como por colocación y ha conseguido promediar casi cuatro por partido, alzándose como líder de la liga en este aspecto.
Dreke Bouldin (Ávila): MVP de la Liga LEB Bronce 2008-2009. Es un escolta metido en el cuerpo de un "cuatro". Su velocidad a la par de su habilidad en el tiro exterior le convierten en un hombre prácticamente indefendible en esta categoría. Siendo ala-pívot, promedia casi los mismos lanzamientos en tiros de dos y de tres. En su contra se puede decir que es un jugador de rachas y que la suerte de su equipo depende de su estado. Ayuda muchísimo en el rebote defensivo, pero jugar tan lejos del aro le hace ser muy poco peligroso en el rebote ofensivo.
Cristopher Mortellaro (Tarragona): Jugador muy a tener en cuenta. Es un "5" puro que destaca por sus buenos movimientos de pies en el poste bajo. Es una referencia ofensiva interior capaz tanto de leer bien para finalizar él como para sacar el balón para un tiro exterior si hay ayuda. Jugador duro, con buena mentalidad y capacidad de trabajo, defensivamente capaz de atenazar a los pesos pesados de los otros equipos y con muy buena intensidad para ir al rebote en ambos aros.
Jermaine Turner (Tíjola): Es un "4" que ronda sólo el 1.95 aproximadamente aunque su físico portentoso le convierte en un jugador tremendamente peligroso en esta categoría. Posee además un buen tiro de 4-5 metros que obliga a su defensor a no darle espacios y así aprovecha su velocidad para ir al aro. Tiene una mentalidad ganadora que le hace dar el 100% de sí mismo y sacar lo mejor de los que le rodean.
Bojan Bogdanovic (Real Madrid): Jugador con unas cualidades físicas, técnicas y tácticas envidiables. Es un "3" que puede cubrir cualquier posición. Excelente su tiro tras bote, tras salida de bloqueos escalonados y en lado débil, por lo que es una constante amenaza ofensiva. Lee muy bien el juego y es buen pasador. Quizás le falte algo de carácter para poder llegar a ser un jugador de ligas superiores.
Nikola Mirotic (Real Madrid): Jugador en progresión pero que sus números le avalan. Tiene todo el futuro por delante y dependerá de lo que él y los que le rodean sean capaces de sacarle. Jugador con muy buena planta, físicamente aún por consolidarse, pero que técnicamente es muy bueno. Es un baloncestista con características de juego muy similares a Ricardo Guillén. Tendremos que ir viendo su evolución pero los mimbres los tiene.
Zachary Andrews (Guadalajara): Poderío físico por excelencia. Desde Lester Earl, no he vuelto a ver un jugador con unas condiciones físicas tan descomunales como las de este hombre. Le gusta hacer algún tiro exterior, pero se mueve como pez en el agua estando cerquita del aro. No es generador de juego, sino más bien finalizador y en defensa es un excelente intimidador. En mi opinión le faltan 4 ó 5 centímetros para ser un jugador de mejores categorías, no obstante dependerá de tener la suerte de estar rodeado de gente que pueda sacarle rendimiento. Es un jugador a tener en cuenta.
Rakim Hollis (Guadalajara): Magnífico jugador. En Guadalajara juega de base, pero puede ser también un "2" importante en cualquier categoría. Es muy completo. Tiene carácter, tira, penetra, dirige, defiende bien y desde arriba... En mi opinión se sale un poco del guión del típico base-escolta americano que vive por y para sus estadísticas. Sabe leer e interpretar el juego y su actitud es siempre positiva a la hora de afrontar los partidos.
Lucas Kraus (Oviedo): Es un "3" con tremendas condiciones físicas y técnicas. Es un anotador que intenta sacar ventaja constantemente en función de su defensor. Buen tiro exterior, aunque su punto fuerte es en el 1x1 con dribbling. Jugador con mucho genio capaz de liderar a un equipo por su competitividad.
Cameron Echols (Cantabria): Su lesión ha cortado una temporada que estaba siendo fantástica. Si se recupera bien, será un hombre muy a tener en cuenta. Es el "4" que todo el mundo busca. Capaz tanto de jugar de espaldas al aro como de jugar de cara en 6,25. Posee un muy buen tiro exterior y elogiables movimientos interiores. Buen reboteador en ambas canastas, atrapa los rechaces tanto por colocación como por físico. Otro jugador con ambición y posibilidades.
Éstos han sido los muchachos que algún día pueden hacer historia en el baloncesto español, como ya han hecho (y con letras de oro) algunos hombres que siguen tocando la guitarra en la Adecco LEB Bronce. Es para mí un honor compartir rivalidad con los profesionales de la clase de Darryl Middleton, Xavi Sánchez Bernat, Javi Simón, Nacho Yáñez, F.J. Martín y Jaume Comas. Felicidades a todos, y gracias por seguir dando lecciones de profesionalidad y calidad en las canchas de este país, que son vuestro ecosistema natural.
Dicho esto... ocho son los equipos que lucharán por hacerse con una de las dos plazas que dan derecho a jugar el año que viene en Adecco LEB Plata. La igualdad será máxima. Nos esperan unas semanas de tensión, nervios, euforia, desencantos y frustraciones que se resumen en una palabra: playoff. Varios meses de dura competición, ciudades vibrando por sus equipos y muchas planificaciones han sido necesarias para llegar a este desafío en el mejor momento de forma de la temporada.
Cuatro enfrentamientos sin un claro favorito, en los que cada jornada se hará borrón y cuenta nueva porque el siguiente partido es inminente. Choques en los que el desgaste físico, mental y emocional determinarán los resultados. Al Fundación Adepal de Alcázar de San Juan nos ha tocado como rival aquel al que definí como candidato al ascenso en mi anterior blog: Ávila, por plantilla, afición y el juego realizado durante el año, lo tiene todo para la victoria. Sólo tengo una duda: ¿seremos capaces los chicos de Alcázar de hacerlo otra vez? ¿Por qué no? Tal vez no hayamos sido todo lo regulares que queríamos, quizás no hayamos finalizado la temporada regular en el puesto que esperábamos, probablemente ha sido un año atípico por muchas cuestiones, sí, pero aquí estamos. Si estos factores no son aún suficientes para motivarse, además tenemos un comodín: nuestra afición, nuestro pueblo. Queremos volver a ver el Díaz Miguel engalanado como hace un año, y eso está en nuestras manos.
Suerte para todos, y disfruten del espectáculo del playoff.
martes, 14 de abril de 2009
Baloncesto y gastronomía
Estaba yo disfrutando del almuerzo tras un duro entrenamiento, de esos de los que sales con la impresión de que no hay ni uno sólo de los 650 músculos del cuerpo que no te duela. Sentado en mi cocina frente a mi plato, el móvil avisó la entrada de un mensaje; era Jordi Román, recordándome que tengo un blog que renovar. El sms, en tono despreocupado y simpático, rezaba una vez más aquello de "Qué, ¿te animas a actualizar el blog?". Sí, tiene razón, reconozco que soy un poco perro...voy a pensar sobre qué voy a escribir. Con toda la sangre del cuerpo tratando de reconstruir las fibras musculares no me venía ninguna idea a la cabeza, así que la vista se me perdió en el plato de judías verdes con patatas, rehogadas con ajo y taquitos de jamón y un poco de pimentón...y vi la luz: ¡voy a hablar de baloncesto y gastronomía!
Sin duda el primer tema a tratar es el famoso mito de "el día del partido hay que comer pasta y filete". D¡¡¡¡ios!!!! Por culpa de esta leyenda hemos llegado a comer espaguetis en un viaje cuatro días seguidos, aderezados con esa indescriptible y misteriosa salsa a la que llamaban "bolognesa", sospecho que elaborada a partir de los restos de carne, piltracos y vísceras que se acumulan en las cocinas de los hoteles a lo largo de varios días. Y por la noche... ¡arroz a la cubana! Resumiendo: carbohidratos por un tubo, que seguro permitirán que todos machaquemos, presionemos toda la pista y anotemos con una facilidad asombrosa.
Pues ahora resulta que la pasta hay que comerla el día antes porque son carbohidratos de lenta absorción, a tomar por saco 20 años del monótono ritual pre partido. Dicen los nuevos gurús que el día del partido es más recomendable un ágape suave y liviano, sin descartar azúcares que proporcionan energía rápida. Al final va a resultar que fui un visionario con mi filosofía de comer unos donuts de chocolate y un buen chute de Coca Cola horas antes del partido. Costumbre ésta que me ha costado algún disgusto, cuando un entrenador me pilló in fraganti con la prueba del delito asomando por la boca y la cocacolaza en la mano. Tanto se indignó por mi degeneración alimentaria que al final la anécdota acabó con consecuencias inimaginables para el cuerpo médico del equipo (lo siento, yo no quería....sólo me comí un donut. No sin mi donut).
A cierto entrenador, muy buen comedor por cierto, no le gustaba el arroz a la cubana, plato obligado la cena la víspera del partido. Un buen día que perdimos, cosas que pasan, el coach decidió echarle la culpa al milenario cereal que ha alimentado a miles de millones de generaciones de chinos. Desde ese día el menú nocturno pasó a ser sistemáticamente, y sin posibilidad de discusión, la genuina tortilla de patatas con tomate. ¿Qué base científica tiene esto? Por que seguíamos perdiendo inevitablemente. Aunque en casa ganábamos más partidos, y eso que la cena del día antes cada uno cenaba y bebía lo que quería o podía.
El último grito en dietética es que resulta que tampoco podemos aliñar la ensalada con un poco de vinagre, y mucho menos el día del partido, porque destruye los glóbulos blancos y desequilibra el ácido base ¿!¡?
Un compañero venido de otro continente ha desarrollado una teoría que ningún nutricionista avalaría. Consiste en zamparse dos hot dogs minutos antes del entrenamiento, y tres si es el día del partido. La verdad es que el chaval da unos buenos saltos, así que será cuestión de añadirlo como postre a mis donuts. Aunque me da que en mi cuerpo no va a tener el mismo resultado.
Otro compañero también llegado de otro continente, en este caso el africano, tenía preocupado al cuerpo médico ya que su dieta se basaba exclusivamente en espaguetis, pizza y pollo. Llegó a España con 108 kilos y se fue con 89. Atención a los que se encuentren en plena operación bikini: espaguetis, pizza y pollo va a ser la dieta del verano.
Y cierto jugador que disputó unos encuentros con la selección española B cuenta que el día del partido un compañero degustó dos platazos de pasta y un pollo entero con patatas. Lo mejor es que a los postres pidió un Vitalínea por aquello de mantener el tipo.
En fin, seguro que algún compañero puede aportar más batallitas relacionadas con lo que se papea en los equipos profesionales de baloncesto. Reconozco que tengo la suerte de disfrutar de una dieta sana, rica y variada que me está permitiendo quemar las canchas a los 35 tacos, pero también asumo que mi debilidad con el chocolate en todas sus formas y presentaciones es un borrón en mi inmaculado expediente alimentario. Aunque dicen que tiene fósforo y estimula la serotonina...(ahí queda eso).
Saludos a todos los golosos del basket.
Sin duda el primer tema a tratar es el famoso mito de "el día del partido hay que comer pasta y filete". D¡¡¡¡ios!!!! Por culpa de esta leyenda hemos llegado a comer espaguetis en un viaje cuatro días seguidos, aderezados con esa indescriptible y misteriosa salsa a la que llamaban "bolognesa", sospecho que elaborada a partir de los restos de carne, piltracos y vísceras que se acumulan en las cocinas de los hoteles a lo largo de varios días. Y por la noche... ¡arroz a la cubana! Resumiendo: carbohidratos por un tubo, que seguro permitirán que todos machaquemos, presionemos toda la pista y anotemos con una facilidad asombrosa.
Pues ahora resulta que la pasta hay que comerla el día antes porque son carbohidratos de lenta absorción, a tomar por saco 20 años del monótono ritual pre partido. Dicen los nuevos gurús que el día del partido es más recomendable un ágape suave y liviano, sin descartar azúcares que proporcionan energía rápida. Al final va a resultar que fui un visionario con mi filosofía de comer unos donuts de chocolate y un buen chute de Coca Cola horas antes del partido. Costumbre ésta que me ha costado algún disgusto, cuando un entrenador me pilló in fraganti con la prueba del delito asomando por la boca y la cocacolaza en la mano. Tanto se indignó por mi degeneración alimentaria que al final la anécdota acabó con consecuencias inimaginables para el cuerpo médico del equipo (lo siento, yo no quería....sólo me comí un donut. No sin mi donut).
A cierto entrenador, muy buen comedor por cierto, no le gustaba el arroz a la cubana, plato obligado la cena la víspera del partido. Un buen día que perdimos, cosas que pasan, el coach decidió echarle la culpa al milenario cereal que ha alimentado a miles de millones de generaciones de chinos. Desde ese día el menú nocturno pasó a ser sistemáticamente, y sin posibilidad de discusión, la genuina tortilla de patatas con tomate. ¿Qué base científica tiene esto? Por que seguíamos perdiendo inevitablemente. Aunque en casa ganábamos más partidos, y eso que la cena del día antes cada uno cenaba y bebía lo que quería o podía.
El último grito en dietética es que resulta que tampoco podemos aliñar la ensalada con un poco de vinagre, y mucho menos el día del partido, porque destruye los glóbulos blancos y desequilibra el ácido base ¿!¡?
Un compañero venido de otro continente ha desarrollado una teoría que ningún nutricionista avalaría. Consiste en zamparse dos hot dogs minutos antes del entrenamiento, y tres si es el día del partido. La verdad es que el chaval da unos buenos saltos, así que será cuestión de añadirlo como postre a mis donuts. Aunque me da que en mi cuerpo no va a tener el mismo resultado.
Otro compañero también llegado de otro continente, en este caso el africano, tenía preocupado al cuerpo médico ya que su dieta se basaba exclusivamente en espaguetis, pizza y pollo. Llegó a España con 108 kilos y se fue con 89. Atención a los que se encuentren en plena operación bikini: espaguetis, pizza y pollo va a ser la dieta del verano.
Y cierto jugador que disputó unos encuentros con la selección española B cuenta que el día del partido un compañero degustó dos platazos de pasta y un pollo entero con patatas. Lo mejor es que a los postres pidió un Vitalínea por aquello de mantener el tipo.
En fin, seguro que algún compañero puede aportar más batallitas relacionadas con lo que se papea en los equipos profesionales de baloncesto. Reconozco que tengo la suerte de disfrutar de una dieta sana, rica y variada que me está permitiendo quemar las canchas a los 35 tacos, pero también asumo que mi debilidad con el chocolate en todas sus formas y presentaciones es un borrón en mi inmaculado expediente alimentario. Aunque dicen que tiene fósforo y estimula la serotonina...(ahí queda eso).
Saludos a todos los golosos del basket.
miércoles, 4 de marzo de 2009
¡¡ Hagan sus apuestas !!
A dos meses de terminar la temporada regular de la Adecco LEB Bronce se confirma que la máxima igualdad en la categoría no es un tópico de pretemporada sino una realidad irrefutable. Ni los más acérrimos de las webs de apuestas por internet, tan en boga, podrían aventurarse en este momento a pronosticar quién terminará siendo campeón de liga y ascenderá directamente sin pasar por el patíbulo del playoff. Repasemos las cuentas: sólo tres victorias separan al segundo del décimo a falta de diez jornadas. Ante este panorama, a buen seguro que la Adecco LEB Bronce tendrá un desenlace trepidante donde los enfrentamientos directos y las buenas o malas dinámicas de resultados decidirán la posición final de los equipos.
¡Quién iba a pensar allá por el mes de diciembre que el Promobys iba a estar dos meses después en una situación asfixiante cuando todos lo dábamos por el claro favorito!. El que ocupa ahora el lugar de los almerienses es el equipo más regular del momento: el Alerta Cantabria. El conjunto de mi amigo Quino Salvo está partiendo la pana de la mano de jugadores curtidos en mil batallas como Salva Camps, Schutte, Pablo Sánchez y de una de las sorpresas agradables de la competición: Cameron Echols. Además han ganado la Copa. Si no sopla el viento en contra en forma de lesiones, los cántabros seguirán con buen rumbo y a toda vela.
Por detrás de los santanderinos se encuentran Ávila y Molina. Y aquí sí que me voy a mojar, aunque no he apostado nada en la web. Mis favoritos son los abulenses. Poseen todos los condicionantes para llevarse el campeonato. Por un lado, dos americanos a los que claramente se les queda corta la categoría (ojito con Paul Williams) y por otro grandes nacionales como Fede Castelló o Sergio Sánchez, que secundan a los extranjeros a la perfección. Y lo que es igual o más importante si cabe: Ávila tiene la inmensa suerte de contar con una afición volcada al máximo con su equipo, ilusionada e involucrada en conseguir éxitos esta temporada. Por su parte, Molina ha conseguido conformar un conjunto liderado por Alberto Ausina cuya cancha es casi infranqueable. Es otro de los conjuntos con más boletos para el ascenso.
Bajamos otro peldaño más y nos encontramos a Valdemoro y Huelva. Valdemoro, ese equipo que tiene como timonel al incombustible Javi Simón, está siendo el invitado inesperado en los puestos altos de la tabla, alzándose sin duda con el título tácito de "equipo revelación de la temporada". Con la incorporación de Nacho Yáñez los madrileños, dirigidos por Carlos Barajas, aspiran a algo más que a colarse de puntillas en los playoff. Mientras tanto, Huelva es otro de los equipos con potencial suficiente como para aspirar por derecho propio a una de las plazas de ascenso. Y es que la ciudad del Odiel, con la gran tradición de baloncesto que tiene a sus espaldas, necesita volver cuanto antes a codearse con la élite del basket.
A tres victorias del liderato caminan Tarragona, Promobys y Archena. ADT Tarragona, con 8 victorias en los últimos 12 encuentros, se ha colado como un tiro en zona de playoff y actualmente es uno de los equipos más en forma de la categoría. Buena parte de culpa la tienen sus dos americanos, Mortellaro y Stribling, que se complementan a la perfección. Y qué decir de Promobys... aquel equipo que maravillaba en los meses iniciales de la competición actualmente afronta un periodo complicado en el que pesan (y mucho) las seis derrotas consecutivas. Si aún creen en ellos mismos, necesitan recuperar cuanto antes la senda de las victorias. Archena, por su parte, dispone de un interesante bloque nacional para cerrar con éxito la temporada regular y luchar por una buena posición en playoff.
Aferrándose al grupo de los que lucharán por colarse en playoff y mirando de reojo a Girona y a Navalcarnero (que acechan desde muy, muy cerca), se plantan Guadalajara y Adepal Alcázar de San Juan. Las fuerzas castellanomanchegas son conjuntos potentes pero muy irregulares y necesitamos (sí, estoy implicado) encadenar esas tres ó cuatro victorias consecutivas que nos den el espaldarazo definitivo para pelear por los puestos altos de la tabla y llegar en condiciones óptimas de moral a la fase final.
A este último capítulo de la temporada que es la fase final quiere llegar también Girona, pero tendrá que hacer un esfuerzo extra por el lastre que acarrea de su primera vuelta, que acumuló demasiadas derrotas. Pero con la incorporación de Goldwire y el excelente estado de forma del eterno Middleton, apoyados en la experiencia de Jaume Comas, han conseguido ganar cinco de sus últimos seis partidos y aún no han dicho su última palabra.
El último convidado de piedra es Navalcarnero, que merced a sus dos últimas victorias puede soñar con engancharse a los playoff, de los que dista sólo un partido.Visto lo visto nos estamos adentrando en un apasionante último tercio de competición, en el que cada victoria y derrota puede suponer cruzar la delgada línea del éxito o del fracaso. No sean tímidos, lánzense a cavilar y...¡¡¡hagan juego señores, realicen sus apuestas!!!.
¡Quién iba a pensar allá por el mes de diciembre que el Promobys iba a estar dos meses después en una situación asfixiante cuando todos lo dábamos por el claro favorito!. El que ocupa ahora el lugar de los almerienses es el equipo más regular del momento: el Alerta Cantabria. El conjunto de mi amigo Quino Salvo está partiendo la pana de la mano de jugadores curtidos en mil batallas como Salva Camps, Schutte, Pablo Sánchez y de una de las sorpresas agradables de la competición: Cameron Echols. Además han ganado la Copa. Si no sopla el viento en contra en forma de lesiones, los cántabros seguirán con buen rumbo y a toda vela.
Por detrás de los santanderinos se encuentran Ávila y Molina. Y aquí sí que me voy a mojar, aunque no he apostado nada en la web. Mis favoritos son los abulenses. Poseen todos los condicionantes para llevarse el campeonato. Por un lado, dos americanos a los que claramente se les queda corta la categoría (ojito con Paul Williams) y por otro grandes nacionales como Fede Castelló o Sergio Sánchez, que secundan a los extranjeros a la perfección. Y lo que es igual o más importante si cabe: Ávila tiene la inmensa suerte de contar con una afición volcada al máximo con su equipo, ilusionada e involucrada en conseguir éxitos esta temporada. Por su parte, Molina ha conseguido conformar un conjunto liderado por Alberto Ausina cuya cancha es casi infranqueable. Es otro de los conjuntos con más boletos para el ascenso.
Bajamos otro peldaño más y nos encontramos a Valdemoro y Huelva. Valdemoro, ese equipo que tiene como timonel al incombustible Javi Simón, está siendo el invitado inesperado en los puestos altos de la tabla, alzándose sin duda con el título tácito de "equipo revelación de la temporada". Con la incorporación de Nacho Yáñez los madrileños, dirigidos por Carlos Barajas, aspiran a algo más que a colarse de puntillas en los playoff. Mientras tanto, Huelva es otro de los equipos con potencial suficiente como para aspirar por derecho propio a una de las plazas de ascenso. Y es que la ciudad del Odiel, con la gran tradición de baloncesto que tiene a sus espaldas, necesita volver cuanto antes a codearse con la élite del basket.
A tres victorias del liderato caminan Tarragona, Promobys y Archena. ADT Tarragona, con 8 victorias en los últimos 12 encuentros, se ha colado como un tiro en zona de playoff y actualmente es uno de los equipos más en forma de la categoría. Buena parte de culpa la tienen sus dos americanos, Mortellaro y Stribling, que se complementan a la perfección. Y qué decir de Promobys... aquel equipo que maravillaba en los meses iniciales de la competición actualmente afronta un periodo complicado en el que pesan (y mucho) las seis derrotas consecutivas. Si aún creen en ellos mismos, necesitan recuperar cuanto antes la senda de las victorias. Archena, por su parte, dispone de un interesante bloque nacional para cerrar con éxito la temporada regular y luchar por una buena posición en playoff.
Aferrándose al grupo de los que lucharán por colarse en playoff y mirando de reojo a Girona y a Navalcarnero (que acechan desde muy, muy cerca), se plantan Guadalajara y Adepal Alcázar de San Juan. Las fuerzas castellanomanchegas son conjuntos potentes pero muy irregulares y necesitamos (sí, estoy implicado) encadenar esas tres ó cuatro victorias consecutivas que nos den el espaldarazo definitivo para pelear por los puestos altos de la tabla y llegar en condiciones óptimas de moral a la fase final.
A este último capítulo de la temporada que es la fase final quiere llegar también Girona, pero tendrá que hacer un esfuerzo extra por el lastre que acarrea de su primera vuelta, que acumuló demasiadas derrotas. Pero con la incorporación de Goldwire y el excelente estado de forma del eterno Middleton, apoyados en la experiencia de Jaume Comas, han conseguido ganar cinco de sus últimos seis partidos y aún no han dicho su última palabra.
El último convidado de piedra es Navalcarnero, que merced a sus dos últimas victorias puede soñar con engancharse a los playoff, de los que dista sólo un partido.Visto lo visto nos estamos adentrando en un apasionante último tercio de competición, en el que cada victoria y derrota puede suponer cruzar la delgada línea del éxito o del fracaso. No sean tímidos, lánzense a cavilar y...¡¡¡hagan juego señores, realicen sus apuestas!!!.
miércoles, 21 de enero de 2009
Bienvenido, Mr. Marshall !!!
Ahora que el mundo entero está mirando con lupa los acontecimientos al otro lado del charco, es buen momento para relataros historias de "abuelo cebolleta" sobre algunos de los yanquis con los que he tenido el honor y la desgracia de compartir vestuario. Sí, es cierto, ya sé que son 16 años de profesión y eso da para toparse con una gran cantidad de jugadores (… y entrenadores), pero con algunos he vivido experiencias surrealistas. Aunque para empezar nombraré a los americanos que dejaron huella en mí por su profesionalidad, disciplina, seriedad y esfuerzo.
Escasean los americanos de esa talla, supongo que porque los buenos de verdad están jugando en ligas superiores. Ha sido un honor y el espejo donde intentar mirarme, el compartir vida deportiva con gente como Darrell Lockhart, Brian Jackson, Mike Anderson o Warren Kidd, porque hacían que esta profesión fuera algo más que ir a entrenar todas las mañanas y tardes y esperar a cobrar el cheque a primero de mes. Daba igual la edad que tuvieran, las nominaciones de MVP que acumularan, los problemas familiares de todo tipo que sufrieran... ellos amaban este deporte y su profesionalidad estaba incluso por encima de su gran calidad.
Tras enjuagarme las lágrimas debo reconocer que también me he topado con otro buen número de personajes cuyo recuerdo no me inspira ni de lejos admiración, sino chascarrillos de vestuario sobre sus hazañas épicas. Me vais a permitir que no dé nombres (se dice el pecado pero no el pecador) y por respeto no lo haré. Sólo destaparé uno. ¿Y por qué el suyo sí? Pues porque mayor gañanazo es difícil encontrarlo: Malcolm Battle. Ése es su nombre.
Melilla 2001-2002. Este notas da para un capítulo entero... pero no me voy a cebar. Un hombre que el día que lo cortan y tiene que marcharse es capaz antes de coger el avión de pasarse por una tienda de música (tocaba el piano y la guitarra espectacularmente bien) y se lleva una guitarra; y le cuenta al dependiente que el delegado va a ir a pagársela por la tarde (sí, está bien, el dependiente un pardillo, pero un negrazo de 2,07, conocido en la ciudad y un dependiente amante del baloncesto...) Aún están esperando que devuelva la guitarrita, ingenuos. ¡Por no hablar del coche que el club le alquiló y él destrozó sin decir nada a nadie, y tuvo que ser la policía la que se pusiera en contacto con el club al estar el mismo abandonado a su suerte! Luego le descontaron la reparación de lo que le debían. Y lo más ruin y miserable: tras e último partido robó, sí señores, nos robó a sus compañeros, ropa, carteras y zapatillas. El utillero lo vio (quién no se acuerda de Hassan "mi rey") y mientras el rufián se encontraba en la rueda de prensa de despedida, le vació la mochila, sacó todas nuestras cosas y cerró vestuario con llave. No quiero ni contaros cómo estaba su casa, porque sería ahondar en temas escatológicos... para daros una idea: no compraba papel higiénico, pero sí se limpiaba tras aguas mayores...El resto lo dejo a vuestra imaginación calenturienta. Eso si, el chaval poseía una habilidad: el billar. Lo malo es que este tipo no se iba a echar unas partiditas con los colegas, sino que frecuentaba los bajos fondos, los antros más peligrosos de Melilla (y hay unos cuantos) para jugar por pasta. Alguna vez salió caneado y ahí forjó su leyenda de tener una pipa en el coche que le salvó de males mayores. En fin, todo un personaje. Lo peor de todo es que cualidades físicas y técnicas tenía para aburrir, pero su cabeza era un botijo, qué mal repartido está el mundo.
En Córdoba coincidí con un americano que se entretenía durante las interminables horas de autocar (quién no ha visto el mítico autocar con literas de Cajasur) cascándose botellas de JB a palo seco, hasta que la cogorza era tan brutal que se desmayaba. Era su forma de pasar el tiempo y que no le parecieran demasiado largos los viajes.
Mi mayor decepción fue desenmascarar a un americano bastante amiguete mío, que hizo una temporada de escándalo, siendo el máximo anotador de la categoría. Un buen día fui de visita a su casa, la semana previa al playoff, y descubrí que ya tenía todas las maletas hechas. Yo no daba crédito y el tipo me espetó: "Yo ya tengo mi contrato para el año que viene, me quiero ir ya a casa".
La verdad es que en esta profesión, supongo que como en todas, encuentras seres de todas las calañas.
Un abrazo, Mr. Darrell Lockhart, viejo amigo.
Escasean los americanos de esa talla, supongo que porque los buenos de verdad están jugando en ligas superiores. Ha sido un honor y el espejo donde intentar mirarme, el compartir vida deportiva con gente como Darrell Lockhart, Brian Jackson, Mike Anderson o Warren Kidd, porque hacían que esta profesión fuera algo más que ir a entrenar todas las mañanas y tardes y esperar a cobrar el cheque a primero de mes. Daba igual la edad que tuvieran, las nominaciones de MVP que acumularan, los problemas familiares de todo tipo que sufrieran... ellos amaban este deporte y su profesionalidad estaba incluso por encima de su gran calidad.
Tras enjuagarme las lágrimas debo reconocer que también me he topado con otro buen número de personajes cuyo recuerdo no me inspira ni de lejos admiración, sino chascarrillos de vestuario sobre sus hazañas épicas. Me vais a permitir que no dé nombres (se dice el pecado pero no el pecador) y por respeto no lo haré. Sólo destaparé uno. ¿Y por qué el suyo sí? Pues porque mayor gañanazo es difícil encontrarlo: Malcolm Battle. Ése es su nombre.
Melilla 2001-2002. Este notas da para un capítulo entero... pero no me voy a cebar. Un hombre que el día que lo cortan y tiene que marcharse es capaz antes de coger el avión de pasarse por una tienda de música (tocaba el piano y la guitarra espectacularmente bien) y se lleva una guitarra; y le cuenta al dependiente que el delegado va a ir a pagársela por la tarde (sí, está bien, el dependiente un pardillo, pero un negrazo de 2,07, conocido en la ciudad y un dependiente amante del baloncesto...) Aún están esperando que devuelva la guitarrita, ingenuos. ¡Por no hablar del coche que el club le alquiló y él destrozó sin decir nada a nadie, y tuvo que ser la policía la que se pusiera en contacto con el club al estar el mismo abandonado a su suerte! Luego le descontaron la reparación de lo que le debían. Y lo más ruin y miserable: tras e último partido robó, sí señores, nos robó a sus compañeros, ropa, carteras y zapatillas. El utillero lo vio (quién no se acuerda de Hassan "mi rey") y mientras el rufián se encontraba en la rueda de prensa de despedida, le vació la mochila, sacó todas nuestras cosas y cerró vestuario con llave. No quiero ni contaros cómo estaba su casa, porque sería ahondar en temas escatológicos... para daros una idea: no compraba papel higiénico, pero sí se limpiaba tras aguas mayores...El resto lo dejo a vuestra imaginación calenturienta. Eso si, el chaval poseía una habilidad: el billar. Lo malo es que este tipo no se iba a echar unas partiditas con los colegas, sino que frecuentaba los bajos fondos, los antros más peligrosos de Melilla (y hay unos cuantos) para jugar por pasta. Alguna vez salió caneado y ahí forjó su leyenda de tener una pipa en el coche que le salvó de males mayores. En fin, todo un personaje. Lo peor de todo es que cualidades físicas y técnicas tenía para aburrir, pero su cabeza era un botijo, qué mal repartido está el mundo.
En Córdoba coincidí con un americano que se entretenía durante las interminables horas de autocar (quién no ha visto el mítico autocar con literas de Cajasur) cascándose botellas de JB a palo seco, hasta que la cogorza era tan brutal que se desmayaba. Era su forma de pasar el tiempo y que no le parecieran demasiado largos los viajes.
Mi mayor decepción fue desenmascarar a un americano bastante amiguete mío, que hizo una temporada de escándalo, siendo el máximo anotador de la categoría. Un buen día fui de visita a su casa, la semana previa al playoff, y descubrí que ya tenía todas las maletas hechas. Yo no daba crédito y el tipo me espetó: "Yo ya tengo mi contrato para el año que viene, me quiero ir ya a casa".
La verdad es que en esta profesión, supongo que como en todas, encuentras seres de todas las calañas.
Un abrazo, Mr. Darrell Lockhart, viejo amigo.
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